¿Cuál es nuestro duelo?
Todos de alguna manera, nos hemos sentido vulnerables en alguna faceta de nuestra vida. Pero la gran mayoría de las personas, lo percibe tal cual lo define la Real Academia Española (RAE):
Vulnerable-
Que, con mayor riesgo que el común, es susceptible de ser herido o lesionado física o moralmente.
Viene a ser como una característica de debilidad, y por supuesto no queremos ser percibidos como tal.
Así como la vulnerabilidad, la emoción de la tristeza tampoco está bien vista. ¡Tú puedes! Muestra que estas bien… Algunos estados de ánimo, y algunas emociones suelen ser incomodas para quienes te rodean.
Como personas reaccionamos ante, lo que hemos aprendido, nos han enseñado, visto o vivido en nuestra vida y lo hemos convertido en una creencia…
Definamos creencia como aquella idea sobre algo, que la hemos hecho real para nosotros, aun cuando vaya en nuestra contra.
Es importante reconocer en qué lugar, o en qué circunstancia de nuestra vida somos vulnerables, para así, convertirlo en una de nuestras fortalezas.
En este momento que estamos transitando, no está fácil sentirse bien. Es como si de alguna manera nos encontramos de repente ante un duelo. Claro que deseamos salir de este laberinto, pero necesitamos sentir, y tenemos derecho a sentirnos preocupados, tristes, vulnerables ante una situación determinada.
El Coronavirus nos ha generado un terremoto de emociones, nos dejó una sensación de perdida, nos hemos visto en situación que nuestra mente nunca fue capaz de imaginar, y todo esto trae consecuencias.
En esa época tan convulsa, te cuanto como lo viví yo por si te sirve. Creo que es válido para el día de hoy. Muchos de ustedes me dijeron que hiciera vídeos diarios para ayudar a sostener este proceso que estábamos viviendo. Tuve la tentación de hacerlo. Pero me di cuenta que estaba forzando mi cuerpo a hacer algo que no sentía. Entonces me pregunté… ¿Dónde está mi límite?
Todos los días me decía “hoy si lo hago”, y veía como muchos profesionales hablaban de cómo manejar el miedo. Que hacer, cómo hacerlo… ¡Bien por ellos!
Decidí no hacer nada y vivir lo que estaba viviendo. Pasado el tiempo, me he dado cuenta de cómo ha reaccionado mi cuerpo, mis pensamientos y mis emociones. Me sentí, como cuando transito un duelo (he perdido mucha gente muy importante en mi vida) mi reacción es parecida, apartarme y querer estar sola, querer que el mundo se detenga y transitar el proceso.
¿Qué estábamos perdiendo? (perdida, luto…)
¿Qué estábamos perdiendo? Estábamos perdiendo nuestra cotidianidad, la libertad de poder movernos, nuestra forma de respirar, perdimos nuestra forma de compartir, nuestra seguridad, la seguridad de los que amamos, perdimos la certidumbre económica, muchos perdimos la salud, lo profesional… Da igual, aunque muchos de nuestros pensamientos no se sustentaban en una realidad, nuestra mente nos llevaba ahí una y otra vez… un halo de tristeza nos invadió por momentos, como si estuviésemos de luto. Hay muchas personas que lo vivieron de manera distintas, muchas parejas se rompieron, muchas se acercaron, cada casa era un mundo.
La pregunta es ¿Es normal sentirse así? ¡Claro que sí!
Hemos activado nuestra supervivencia, después de vivir en la comodidad, de creer que la vida es eterna (vale creo que somos materia y espíritu y en la reencarnación, los religiosos dirán que si eterna etc.) No es eso de lo que hablo, hablo de que la muerte se ha puesto delante de nuestras narices y nos ha dicho: ¿Sabes que estoy aquí verdad? Y nos ha entrado el pánico, que se convirtió en miedo y que ruego a Dios que ya se haya convertido para ti también en precaución.
¿Qué podemos hacer?
Elige como sentirte.. Porque es lo único que podemos elegir. Pero ahora aclaro, elige como sentirte, después de sentir lo que sientes. Es la única forma de que esto lo puedas manejar mejor. Aceptar que somos vulnerables ante esta situación, darnos el permiso para estar tristes, reconocer-nos, y aceptarnos, para después poder salir. La vida está sucediendo HOY, estés donde estés, hagas lo que hagas es HOY, es lo que hay.
Respira profundo y siente esa presión en el pecho, esas ganas de respirar y no poder, ese cansancio de no poder, ni querer levantarte, esas ganas de no hablar con nadie….
Te comparto mi reflexión porque creo que de nada sirve tener herramientas para manejar tus emociones, si antes no tomas la decisión de sentir…
Te acompaño en este proceso brindándote algunas sugerencias.
- A veces tratas de entender lo que ocurre, y esto te produce más ansiedad.
- No veas noticias a diario. Ni ahora y ni después. Mantente informado, pero no embarrado…
- Respira y siente que está diciendo tu cuerpo.
- Come menos cantidad de comida y más sano, esto hará tu cuerpo más liviano y con más energía.
- No trates de no sentirte » así” solo siente, por muy desagradable que sea te prometo que sales más rápido dejándote estar, aceptando lo que sientes, que resistiéndose a sentir.
- Descansa. Sin hacer nada. Lee un libro y si eso te apetece o solo descansa. Juega un video juego.
- Cuando te sientes así, no es el momento para tomar grandes decisiones.
- Una vez que salgas de estas etapas de negación, de rechazo, y entres en la etapa de la rendición. Siente.... Falta poco para que salgas de allí renacido y con más fuerza.
- Pide ayuda profesional, si así lo necesitas. Escríbeme y agendamos una Sesión Coaching Online. A veces no es necesario estar solos en este proceso.
¡Y por favor… Cuídate! Te invito a ver en mi canal de Youtube el video de ¿Qué baja la vibración?
Espero que mis palabras puedan brindarte un poco de serenidad.
Clairet Reyes